Kevin Webber, un británico de 60 años, fue diagnosticado en 2014 con cáncer de próstata en estadio 4 y recibió un pronóstico de vida de solo dos años. Sin embargo, más de una década después, sigue desafiando las expectativas médicas al participar activamente en maratones y carreras de resistencia. Su historia es un testimonio de superación, motivación y concienciación sobre la importancia del diagnóstico temprano del cáncer.
Todo comenzó durante unas vacaciones en agosto de 2014, cuando notó que se despertaba varias veces por la noche para orinar. Tras varios exámenes, recibió la devastadora noticia. En sus propias palabras, pasó el primer mes entre lágrimas, pero decidió no rendirse y aprovechar cada día haciendo lo que ama: correr.
Desde entonces, ha recorrido más de 28.900 kilómetros, incluso durante tratamientos de quimioterapia. Para conmemorar los diez años desde su diagnóstico, completó una carrera de 129 kilómetros en el Reino Unido a beneficio del Royal Marsden Cancer Charity, la institución que le ha acompañado durante su tratamiento.
Webber ha enfrentado retos extremos, como una carrera de 209 kilómetros en Suecia bajo temperaturas de -25 °C, y otra de 230 kilómetros en el sur de España. También cruzó el Parque Nacional de Dartmoor en menos de ocho horas. Su próximo objetivo: una competición en el desierto del Sáhara en 2026.
A pesar de su impresionante resistencia, Webber admite que cada carrera conlleva incertidumbre. “Si siempre terminas una carrera, nunca descubres tus límites”, afirma. Además de correr, utiliza su historia para concienciar sobre la importancia de los chequeos médicos. Subraya que acudir al médico ante síntomas inusuales puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. “Un simple análisis puede salvarte la vida”, destaca.
Kevin Webber no solo desafía las estadísticas médicas, sino que también inspira a miles con su determinación y mensaje de esperanza.