Shawn Meuse, un pescador estadounidense, fue mordido por un tiburón limón el pasado 16 de agosto en la isla de Cayo Costa, cerca de Boca Grande, Florida, mientras posaba para una fotografía durante una excursión de pesca con amigos. El incidente ocurrió justo después de que el grupo retirara el anzuelo del animal y se disponía a liberarlo. En un vídeo publicado en redes sociales, se observa cómo el tiburón se revuelve y muerde la pierna de Meuse antes de regresar al mar.
A pesar de la gravedad del ataque, Meuse logró aplicar un torniquete improvisado para contener la hemorragia hasta que llegó el equipo de rescate. El Departamento de Bomberos de Boca Grande recibió la alerta a las 22:55 y, debido a la seriedad de las heridas, organizó un transporte aéreo de emergencia al hospital. El pescador fue operado el 19 de agosto y, desde su cama hospitalaria, relató que se sintió afortunado de haber sobrevivido, ya que una mordida unos centímetros más arriba podría haber sido fatal.
Dos días después del suceso, Meuse declaró que, si fuera dado de alta, regresaría a la playa sin dudarlo, incluso bromeando con un “hasta la próxima” dirigido al tiburón. Las autoridades locales recordaron que la zona es hábitat natural de varias especies de tiburones y recomendaron precaución a los bañistas. Asimismo, la Comisión de Conservación de Vida Silvestre de Florida subrayó que el tiburón limón es una especie protegida y su captura está prohibida en aguas estatales.
El naturalista Rob Howell criticó duramente al grupo por su comportamiento, afirmando que el tiburón estaba claramente asustado y herido, y que no se le mostró el respeto que merecía. “No vi ningún respeto en ese vídeo”, sentenció.
Este incidente reabre el debate sobre la interacción humana con la fauna marina y la necesidad de adoptar prácticas más responsables y respetuosas con el entorno natural.