Maria da Conceição Gomes de Melo Silva, una brasileña de 48 años conocida como “Barbudinha”, ha decidido dejar de afeitarse la barba que le crece desde la adolescencia debido a factores hormonales y genéticos. Tras años de intentar ocultar el vello facial mediante depilación y tratamientos médicos sin éxito, optó por aceptar su apariencia y compartir su vida cotidiana en redes sociales.
Durante su juventud, su madre la ayudaba a afeitarse por miedo al rechazo social. Sin embargo, Maria encontró fuerza en su fe y en su identidad personal. Casada desde hace 17 años, rechazó la sugerencia de su marido de quitarse la barba con una afirmación contundente: “Ni un hombre me hará quitarme la barba. Fue una obra de Dios en mi vida”.
Actualmente, Maria publica vídeos en su perfil mostrando su rutina diaria en el barrio Jacintinho, en Maceió, Brasil. Aparece en la feria, conversando con vecinos y mostrando escenas simples de su día a día. Su actitud frente a las críticas es de aceptación y empoderamiento. “Nunca me sentí tan libre”, afirma.
Además de visibilizar su experiencia personal, Maria busca concienciar sobre el hirsutismo, una condición médica que provoca el crecimiento excesivo de vello en mujeres debido a desequilibrios hormonales. Su historia ha ganado notoriedad por la forma en que desafía los estándares estéticos tradicionales y promueve la autoaceptación.
Para Maria, vivir sin preocuparse por las críticas es la forma más auténtica de libertad. Su testimonio ha inspirado a muchas otras personas a cuestionar los prejuicios sociales y abrazar sus características naturales con orgullo.