Durante la Conferencia Mundial de Robots de 2025 en Pekín, la empresa china Kaiwa Technology sorprendió al mundo con la presentación del primer “robot de gestación” del planeta. Este androide, de tamaño humano, está equipado con un útero artificial que simula todo el proceso de embarazo, desde la concepción hasta el parto.
Zhang Qifeng, fundador de la compañía, explicó que el objetivo del proyecto es ofrecer una alternativa a la gestación tradicional, pensada especialmente para personas con dificultades reproductivas o que desean evitar los efectos físicos del embarazo. El sistema utiliza fluido amniótico sintético y tubos de alimentación para recrear el ambiente intrauterino humano.
La tecnología ya ha demostrado ser viable en laboratorio, y el siguiente paso será integrarla completamente en el cuerpo humanoide del robot. Se espera que un prototipo funcional esté listo en 2026, con un coste estimado de 12.800 euros.
El anuncio ha generado un intenso debate ético y legal. Zhang ha iniciado conversaciones con las autoridades locales para abordar posibles regulaciones. No obstante, expertos advierten que aún existen enormes desafíos científicos. Aunque en 2017 se lograron avances significativos con incubadoras artificiales capaces de mantener con vida a fetos prematuros de cordero, lograr una gestación completa fuera del cuerpo humano sigue siendo un reto lejano.
Este innovador proyecto de Kaiwa Technology marca un hito en la biotecnología, pero también plantea profundas cuestiones sobre el futuro de la reproducción humana, el papel de la inteligencia artificial y los límites éticos de la ciencia moderna.