El Ozempic, un medicamento inicialmente aprobado para tratar la diabetes tipo 2, ha ganado notoriedad por su eficacia en la pérdida de peso. Sin embargo, recientemente se ha viralizado un efecto colateral inesperado: una notable disminución del deseo sexual, especialmente en lo que respecta a la masturbación, fenómeno que ha sido apodado informalmente como “masturbación Ozempic” o “placer Ozempic”.
El principio activo del fármaco, la semaglutida, pertenece a la clase de agonistas del receptor GLP-1, que actúan en el cerebro regulando el apetito y promoviendo la saciedad. Aunque este mecanismo contribuye al adelgazamiento, también parece afectar el sistema de recompensa dopaminérgico, lo que podría explicar la reducción del interés por actividades placenteras como comer, comprar o disfrutar de relaciones íntimas.
Numerosos usuarios han compartido en foros y redes sociales que, tras iniciar el tratamiento, experimentaron una caída abrupta en su impulso sexual. Algunos mencionan que han perdido el interés por el placer solitario, mientras que otros aseguran que su deseo por relaciones sexuales con pareja se ha mantenido estable.
A pesar de estos testimonios, no existen estudios científicos concluyentes que confirmen esta relación directa entre el Ozempic y la disminución de la libido. Expertos advierten que factores como el estrés fisiológico derivado de una rápida pérdida de peso, así como alteraciones en los niveles de dopamina, podrían estar influyendo en estos cambios de comportamiento.
Los médicos recomiendan un seguimiento profesional durante el uso del medicamento y sugieren que estos efectos suelen ser temporales. Modificaciones en el estilo de vida, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y un buen descanso, pueden contribuir a la recuperación del deseo sexual. También es importante tener en cuenta factores psicológicos como la ansiedad o la depresión.
La farmacéutica Novo Nordisk, fabricante del Ozempic, afirma estar atenta a los efectos secundarios reportados y recuerda que el uso del medicamento debe realizarse exclusivamente bajo prescripción médica y para los fines aprobados.
El caso del “placer Ozempic” pone de manifiesto cómo ciertos medicamentos pueden tener repercusiones más amplias de lo previsto, afectando incluso aspectos íntimos del bienestar humano.