Felipe, un niño brasileño de 11 años, protagonizó un milagro en Jacarepaguá, Río de Janeiro, al sobrevivir a una caída desde el quinto hasta el segundo piso del edificio donde vive con su familia. El accidente ocurrió el 21 de junio mientras jugaba en casa. Fue socorrido rápidamente por un vecino y trasladado de urgencia al hospital.
La madre del menor, Lorena Ambrósio, de 31 años, se encontraba trabajando en un salón de estética cuando recibió la impactante noticia. En declaraciones a la revista Crescer, relató que se paralizó al enterarse y pensó que su hijo había fallecido.
En el hospital, Felipe fue sometido a diversos exámenes médicos. Los resultados revelaron una fractura en la cabeza, aunque solo requirió un punto de sutura y presentaba algunas escoriaciones leves. Fue internado por precaución hasta el 24 de junio, tras seis horas de observación neurológica, debido a episodios de vómitos y dolores de cabeza.
De regreso a casa, el reencuentro con su hermana menor, Alice, de 5 años, fue emotivo. Actualmente, Felipe se encuentra en recuperación y evoluciona favorablemente. Según su madre, solo experimenta una ligera molestia al apoyar la cabeza.
Lorena considera la supervivencia de su hijo como un auténtico milagro. “Le hicieron tres exámenes y no salió absolutamente nada. Dios estaba en control de todo”, expresó emocionada en redes sociales.
Este caso ha conmovido a muchos en Brasil y ha sido ampliamente compartido en redes sociales como símbolo de esperanza y fe ante situaciones límite.