La pequeña Antonella se convirtió en un hito de representación al nacer como el primer bebé con ADN de dos padres en el sur de Brasil. Hija de Mikael y Jarbas, la pequeña vino al mundo el Día Internacional contra la Homofobia, reforzando la lucha por la inclusión y la igualdad.
La historia de Antonella está marcada por un proceso de fecundación in vitro (FIV) que unió el semen de uno de sus padres con el óvulo de la hermana del otro, llevándose a cabo el embarazo a través del vientre solidario de una amiga íntima. En apenas un año de vida, ya ha movilizado una red de afecto y atención en las redes sociales. Su perfil de Instagram cuenta con más de 137.000 seguidores, que siguen su día a día y la dedicación de sus padres.
El día 17, el primer cumpleaños de la pequeña reunió a 70 invitados y emocionó a todos con el tema «Bosque encantado», símbolo del amor que ha florecido a su alrededor. “Estamos viviendo un momento mágico y único en nuestras vidas. Siempre soñamos con esta oportunidad de vivir como una familia completa”, declaró Jarbas a O Globo.
Durante la fiesta, un vídeo reunió recuerdos del primer año de vida de Antonella y emocionó a los presentes al retratar la naturalidad y el cariño de la convivencia con Mikael y Jarbas. El cariño también vino de lejos: una seguidora de Río de Janeiro envió kits personalizados para los invitados, reforzando la fuerza de la red de apoyo que ha surgido en torno a la historia de la pequeña.
Para los padres, la llegada de Antonella va más allá de cualquier bandera. “Nunca pensamos en Antonella como un símbolo de lucha, sino como un símbolo de amor. Lo que estamos viviendo hoy es un sueño rodeado de una gran felicidad. Ella es la prueba de que sólo el amor supera las barreras y vence cualquier forma de odio y prejuicio”, afirma Mikael.