El futuro de los funcionarios públicos en Estados Unidos está a punto de cambiar radicalmente. El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) está desarrollando una revolucionaria IA llamada GSAi, con la misión de transformar la forma de trabajar del Gobierno estadounidense.
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¿El objetivo? Recortar gastos e incluso reducir drásticamente el número de empleados. GSAi, una inteligencia artificial generativa, tiene como principal tarea revisar los servicios generales de contratación, infraestructuras e informática del Gobierno.
La visión del proyecto es ambiciosa: centralizar el análisis de los contratos y proporcionar un mayor control del gasto público, al tiempo que se busca una plantilla más reducida. La GSA cuenta actualmente con 12.000 empleados, pero Musk y su equipo pretenden automatizar procesos y transformar la estructura del poder ejecutivo con la ayuda de la IA.
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Donald Trump considera que la GSAi es un paso esencial para modernizar la máquina pública y reducir la burocracia federal. Además, apuesta por la reducción de personal como estrategia para mejorar la eficiencia del Gobierno, ofreciendo incluso indemnizaciones a los funcionarios que decidan abandonar voluntariamente sus puestos. Si la idea de Musk funciona, los recortes podrían ser masivos, y el Gobierno de EE.UU. estaría más centralizado y controlado por el presidente.
